Implantes comerciales que mejoran la memoria

La secta Opus Dei

En noviembre del año 2018 se publicó un artículo en la revista IT Now titulado Hackeo de cerebros para manipular la memoria. El artículo trataba sobre los peligros, en lo que a seguridad se refiere, de los actuales implantes cerebrales usados en medicina para tratar algunas enfermedades como Parkinson, depresión seria, etc. Los implantes médicos de última generación están dirigidos por un software que según Kaspersky Lab ofrece riesgos que permiten fácil acceso a posibles atacantes con intención de manipular u obtener información. Pero también advertía que los implantes comerciales para mejorar la memoria, que se espera lleguen al mercado en un futuro próximo, encerraban peligros aún mayores de los ya existentes.

El artículo informaba que muy pronto “los científicos esperan poder registrar electrónicamente las señales cerebrales que construyen recuerdos y luego mejorarlas o incluso reescribirlas antes de volver a colocarlas en el cerebro” y de esto se deduce…

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TELEPATÍA ARTIFICIAL

La palabra telepatía es algo que para la mayoría es sinónimo de fenómenos paranormales, pero esta acepción se ha quedado obsoleta desde que existen tecnologías basadas en Computer Brain Interface (BCI).

mindcontrol

 Si atendemos a su etimología y no a la acepción peyorativa que tenemos de esta palabra, debido en gran parte a la cantidad de literatura que ha sido inspirada en la fantasía y no en la ciencia, podemos entender que con la tecnología actual la palabra telepatía tiene una acepción completamente distinta. Telepatía es una palabra compuesta que proviene del griego y significa experiencia a distancia (tēle=lejos; pathéein= experimentar), y esta palabra se creó para designar la transmisión de pensamientos a distancia. Lógicamente hasta no hace muchas décadas esta palabra pertenecía solo al ámbito de las pseudociencias.  La causa del malentendido es que muchos creen que la telepatía trata solamente sobre la transmisión de pensamientos de cerebro a cerebro sin mediación tecnológica. Pero las cosas han cambiado desde que se empezó a desarrollar la tecnología de interfaz cerebro-ordenador, en inglés Brain Computer Interface (BCI).

El origen de estas tecnologías nació en el siglo XIX con el descubrimiento de la naturaleza eléctrica del cerebro. Más tarde en 1924 se consiguió registrar la actividad cerebral gracias a la electroencefalografía, pero no fue hasta 1970 cuando se empezó a investigar con los primeros dispositivos BCI, y ya en 1990 se aplicaban los primeros dispositivos médicos que funcionaban siendo dirigidos por el pensamiento de los pacientes, como por ejemplo en ciertos tipos de prótesis.  Es bastante llamativo el hecho de que fuese la agencia militar americana DARPA (Defense Avanced Research Projects Agency) una de las agencias pioneras en la investigación de aplicaciones de tecnologías basadas en Brain Computer Interface.  Lógicamente una empresa militar raramente se preocupa por desarrollar tecnologías para usos médicos, sino más bien para usos militares, lo que implica capacidad de controlar o destruir a un posible enemigo. Como es de suponer, los logros de esta empresa en el campo de BCI con aplicaciones militares, por razones obvias de seguridad no han salido a la luz, aunque es significativo que en solo dos décadas de investigación ya existiesen aparatos comerciales usados en medicina capaces de leer las ondas cerebrales y funcionar dirigidos por estas. Se sabe que EEUU es el país por excelencia de mayor gasto militar del mundo, y por consiguiente uno de los que más gasta en investigación militar. Sería una gran ingenuidad creer que una agencia militar como DARPA disponiendo de mejores medios que las empresas civiles, hubiese conseguido menos avances tecnológicos si es que nos guiamos por sus publicaciones sobre sus avances en tecnologías basadas en BCI.

Hace tiempo que se desarrollan aparatos que funcionan siendo controlados por la mente no solo para usos médicos, también para juegos etc. como muestra esta carrera de drones en EEUU o esta carrera de coches en Barcelona. En la actualidad existe una web especializada en aparatos basados en BCI.

La capacidad de transmitir pensamientos de cerebro a cerebro a distancia por medio de tecnologías basadas en BCI, dejó de ser una materia de ciencia ficción cuando en el año 2014 se publicó en el mundo entero la noticia de que la comunicación de pensamientos entre cerebro y cerebro se había llevado a cabo con éxito entre dos personas situadas a 8000 kilómetros de distancia. Una de las empresas que colaboraron para hacer posible esta comunicación telepática fue la empresa española Starlab que está especializada precisamente en investigar sobre nuevas tecnologías basadas en neurociencias.

En general existe un gran escepticismo sobre los avances en neurociencias en la sociedad, en gran medida a causa de una gran ignorancia. A esta situación contribuye el silencio de los medios informativos de gran alcance que dan más prioridad a temas deportivos que a temas científicos contribuyendo, en mi opinión, de forma decisiva al mantenimiento de una sociedad apática y desinteresada por temas que pueden afectar a su seguridad.

El hecho de que se haya publicado en el año 2014 la noticia de haberse realizado una comunicación telepática de cerebro a cerebro con éxito, confirma que la telepatía artificial es posible, pero esto no quiere decir que este tipo de comunicaciones no se hayan realizado con anterioridad.

Según el testimonio de Magnus Olsson en un programa de RT sobre neurociencias, estas tecnologías han sido y siguen desarrollándose por ciertos países para fines militares. Países como EEUU, España, Suecia, Francia, etc., han estado experimentando con ciudadanos como si fuesen conejillos de indias con total impunidad ante el silencio de la mayor parte de los medios de comunicación. Que estas armas basadas en neurociencias se usan contra la población civil, está corroborado por la cantidad de denuncias de ciudadanos  que se quejan de ser acosados por sus respectivos gobiernos. Concretamente en España se denuncia el uso de estas tecnologías basadas en neurociencias en un artículo sobre la clínica del Opus Dei de Navarra y también el interés del Opus por las neurociencias desde tiempos de la dictadura de Franco. Muchos se muestran escépticos ante esta situación de ignorancia en la sociedad, que muestra la ilusión que viven muchos ciudadanos al creer que sus países son democráticos y sus gobiernos jamás permitirían vulneraciones de Derechos Humanos de ese calibre, situación que da lugar a que las víctimas no se puedan defender al ser estigmatizadas por la sociedad como enfermos mentales.

Hay muchas cosas horribles que probablemente tarden años en salir a la luz, pero hasta entonces, según la información aportada en este artículo, nadie puede decir que la telepatía artificial es hoy en día algo imposible y perteneciente a la pseudociencia.

Las palabras subrayadas son enlaces a fuentes de información.

VOCES EN LA CABEZA

En el año 2007 el diario estadounidense Washington Post publicó un artículo titulado Mind Games, que trataba sobre un fenómeno en Internet de comunidades de personas que se quejaban que sus respectivos gobiernos, con el fin de controlar sus mentes, usaban tecnologías que les producían “voces en la cabeza”. El artículo admitía la posibilidad de que quizá todas estas personas estuviesen “locas”, pero advertía que las fuerzas armadas de EEUU habían adquirido armas que podían producir “voces en la cabeza”.

En realidad, la existencia de estas tecnologías  está documentada desde mucho antes. Estas  patentes de 1988 y de 1983, no solo demuestran que existen aparatos capaces de producir “voces en la cabeza”, sino que además, cualquier estudiante de Ciencias Físicas puede fabricar estos aparatos a partir de material que se encuentra  disponible en cualquier tienda de electrónica.  Pero a pesar de las evidencias que existen sobre los avances en neurociencias, y que están al alcance de quien desee informarse, la sociedad en general tiene una ignorancia casi absoluta sobre este tema,  como muestra este programa de TV rusa en español.

RT actualidad

                                Programa de RT de actualidad sobre Neurociencias

Es interesante notar, como los medios de comunicación de gran alcance pretenden convencer de que oir “voces en la cabeza” solo puede ser debido a esquizofrenia, sin atender a la más mínima posibilidad de que pueda tratarse de una agresión realizada con las tecnologías anteriormente documentadas. La sociedad descrita por Orwell en su obra “1984” es a menudo recordada cuando se compara con la sociedad actual, donde, desafortunadamente, se tiende a mentir en los medios de comunicación, y a medida que se filtran informaciones sobre los abusos de gobiernos claramente corruptos, cada vez es de más actualidad noticias sobre los intentos de estos gobiernos de controlar a los ciudadanos vulnerando su intimidad, como muestran los informes de Snowden.

La fea costumbre de experimentar con seres humanos, es algo que tuvo su auge en la alemania nazi, pero no parece ser tan conocido el hecho de que EEUU tomó a muchos de esos “neurocientíficos” nazis para continuar sus investigaciones con sus propios ciudadanos americanos, en proyectos como el MK-Ultra, Operación Paperclip, etc.  La falta de transparencia es algo a lo que estamos habituados a ver en los gobiernos occidentales, unos consiguen camuflar esta falta de transparencia mejor que otros. Pero la tendencia a desacreditar cualquier crítica a la versión oficial de los gobiernos, con descalificaciones como “teorías de la conspiración”, viene siendo un denominador común en todos aquellos paises donde la hegemonía de los sucesivos gobiernos de EEUU es patente.

ORIGINAL PEENEMUENDE TEAM

             Científicos nazis del Proyecto Paperclip reclutados por las FFAA americanas.

Se sabe que están experimentando con los ciudadanos, y con frecuencia, sin que muchos de ellos sepan siquiera que están siendo víctimas de estas agresiones. Estos abusos han dado lugar a sitios de Internet donde se denuncian estas prácticas aportando información como esta web de EEUU sobre implantes ilegales.

Otros paises donde se experimenta con los ciudadanos son Suecia, Francia, España, etc. En Suecia por ejemplo, algunas víctimas han tenido la suerte de tener preparación universitaria, y de poder reunir fuerzas para investigar y crear sitios web donde se denuncia e informa sobre las tecnologías con las que se perpetran estos abusos, como es el caso de esta víctima sueca de los años 1990 y esta otra que es completamente actual de los años 2010. Pero en España, aunque hay constancia documentada del interés en neurociencias, y que distintos ministros han estado implicados en estos proyectos ilegales desde el pricipio en los gobiernos del Opus Dei durante la dictadura, apenas hay constancia de víctimas que hayan creado sitios web para denunciar e informar sobre estos abusos.

Esta falta de víctimas documentadas, no significa necesariamente que en España, país donde ya en 1963 un neurocientífico demostraba que podía dominar la conducta de un animal con un implante de un aparato en el cerebro,  no existan tales víctimas. No hay que olvidar que sobre el Opus Dei recaen muchas denuncias sobre abusos contra la intimidad y derechos fundamentales, y precisamente destacan en materia psiquiátrica por prácticas poco ortodoxas como demuestra este artículo sobre la Cuarta Planta de la Clínica Universitaria del Opus. La dificultad está en que la falta de información hace que muchas víctimas crean realmente que están enfermas, y descarten la posibilidad de estar siendo objeto de una agresión.

Pero incluso si tuviesen consciencia de estar siendo agredidos, no podrían obtener protección de las autoridades, porque, como vemos en España, las autoridades piden a la sociedad que rece a la Virgen del Rocio para salir de la “crisis” mientras que regalan decenas de miles de millones a los bancos sin investigarlos, se oponen abiertamente a que la UE tome medidas contra los paraisos fiscales, los miembros del órgano de Gobierno del Poder Judicial son elegidos a dedo por partidos reputadamente corruptos y la transparencia brilla por su ausencia.                                     

Sin pretender entrar en lo que los corruptos han dado en llamar “teorías de la conspiración”, vamos  a intentar analizar un caso de un escritor de Navarra, Miguel González Purroy, que reconoce tener “esquizofrenia” por oir “voces en la cabeza”, y que escribe un libro sobre sus experiencias como “esquizofrénico” llegando a vender 7000 ejemplares. En Navarra es sabido que el Opus tiene allí su feudo por excelencia, hasta el punto de tener una universidad completamente de su propiedad,  la Universidad de Navarra, aunque los medios prefieren decir que la Universidad está “vinculada” al Opus Dei, intentando así esquivar la apariencia de que el Opus tenga propiedades.

No parece que sea casualidad que este escritor tenga como libro favorito “la Biblia”, personaje histórico favorito “Jesús”, tenga 10 hermanos y no le guste el cine. Tampoco, parece que sea casualidad, que venda 7000 libros si el tema es de interés del Opus Dei, como se documenta en el capítulo 6 del libro “El fin secreto del Opus Dei”: “basta que un escritor mediocre escriba sobre temas apreciados por el Opus Dei para que sus libros sean publicados y multivendidos, a veces con varias reediciones, gracias a las editoriales de la Obra o satélites de ella. Ese autor, que en el mercado libre no se comería una rosca, gracias al Opus Dei adquiere el boato de ser un escritor que vende miles de ejemplares”.

¿Cual puede ser el interés del Opus en difundir la obra de este escritor? Teniendo en cuenta el contenido del libro, no parece muy descabellada la idea de que el Opus esté interesado en demostrar que oir “voces en la cabeza” solo puede deberse a esquizofrenia, y que se cura mediante “medicación”. Si además sumamos el descarado interés de esta secta en neurociencias y la despreciable costumbre de abrir la correspondencia a sus “víctimas”, la inmensa cantidad de denuncias de sus ex-miembros por abusos, la reputada corrupción de su brazo político el PP, por no hablar de sus “emblemáticos” F. Trillo, J. Cotino, etc. No es muy forzado pensar que el Opus esté detrás de las “voces en la cabeza” de mucha gente.

Mientras exista una corrupción tan intolerable, así como la absoluta falta de transparencia que desacredita las instituciones del Estado, no es razonable hablar de “teorías de la conspiración”, si el poder del Estado lo usurpa una secta conspiradora como es el Opus Dei, y al mismo tiempo esté documentada la existencia de tecnologías que permiten estas agresiones que se manifiestan como “voces en la cabeza”.

PD: Las palabras más gruesas son enlaces a Fuentes de Información.

Ramón Martinez

Artículo publicado previamente en El Espía Digital